Uno de los principales componentes de nuestro cuerpo es el agua, al nacer tenemos aproximadamente un 80% de líquidos corporales mientras que en la vejez podemos reducir la cantidad de fluidos hasta un 50%, lo cual se considera la cantidad mínima compatible con la vida.
Debido a la cantidad de fluidos corporales en los adultos mayores, se recomienda tener especial atención en la hidratación ya que suelen tener muchos signos y síntomas por falta de líquidos.
Una de las principales razones por las cuales los adultos mayores tienen un menor porcentaje de agua es debido a su composición corporal en la que predomina la masa grasa y se pierde gradualmente el tono muscular, esto trae como consecuencia una disminución de líquidos corporales.
Además de lo dicho anteriormente, en adultos mayores es común observar una disminución de la sensación de sed y una ingesta deficiente de líquidos, aunado a esto, en algunas condiciones, los adultos mayores toman algunos medicamentos que podrían favorecer la deshidratación.
Algunos signos son: resequedad en las mucosas y piel, seguido de estreñimiento y disminución en la frecuencia y cantidad de orina. Si la deshidratación se torna más grave puede haber una brusca pérdida de peso, orina oscura, somnolencia y fatiga.
Para fomentar un consumo adecuado de líquidos en esta etapa, es necesario ofrecer líquidos a lo largo del día, fomentar el consumo de agua con los medicamentos, ofrecer bebidas de hidratación saludables que sean agradables al paladar así como tener una alimentación balanceada.
En temporadas de calor es de especial importancia que el adulto mayor se encuentre correctamente hidratado, ya que las pérdidas de líquidos a través de la sudoración pueden incrementar el riesgo de deshidratación.
Además, se recomienda prestar atención a padecimientos que puedan provocar deshidratación como infecciones gastrointestinales, fiebre y enfermedades que puedan alterar la percepción de sed.
Cuando se da el caso de deshidratación en el anciano, el único tratamiento es recuperar los líquidos y electrolitos perdidos, Una bebida de hidratación es una herramienta ideal en estos casos ya que probablemente el agua no sea suficiente para recuperar los iones que ya se han perdido.
Para prevenir la deshidratación en este grupo etario es importante
- Disminuir al máximo el consumo de bebidas como jugos o refrescos ya que dificultaran la hidratación.
- Tener una bebida hidratante al alcance
- Evitar esfuerzos físicos en horarios de más calor
- Consumir frutas y verduras
- Permanecer en lugares frescos y con sombra
Adquirir buenos hábitos de hidratación es indispensable para estar más saludables y tener una mejor calidad de vida.
