Generalmente escuchamos que en verano es necesario beber muchos líquidos para mantenernos hidratados, sin embargo, no todas las bebidas cumplen esta función debido a su composición, que lejos de hidratar podría ocasionar deshidratación y otros problemas de salud.
Los líquidos en nuestro cuerpo tienen diversas funciones como, la regulación de la temperatura corporal, transporte de nutrientes y oxígeno, así como eliminación de toxinas. Nuestro organismo requiere de estar hidratado constantemente ya que no es capaz de producir u obtener agua, si no es por el consumo de líquidos a través de la dieta.
Las bebidas gaseosas y en general las bebidas muy azucaradas, no son bebidas recomendables para rehidratarse, ya que por su alto contenido de azúcar provoca que nuestro cuerpo utilice más agua para transformarlo en energía, además pondrá a trabajar a tus órganos a marchas forzadas para asimilar sus ingredientes. Los refrescos aportan una cantidad de calorías muy elevada, que genera que nuestro cuerpo incremente su temperatura corporal y en respuesta perderá líquidos a través del sudor, al querer mantenerse en rangos saludables.
Si la energía consumida a través de bebidas gaseosas no es aprovechada, será almacenada en nuestros músculos y después convertida en grasa, lo que generará un incremento en el peso corporal y por si esto fuera poco, las personas que tienen un mayor porcentaje de grasa en el cuerpo, tienen una menor cantidad de líquidos corporales por lo que son más vulnerables a la deshidratación.
Por otra parte, las bebidas gaseosas suelen tener cafeína como parte de sus ingredientes principales. La cafeína es un diurético natural que provoca que perdamos más líquidos a través de la orina que, sumado a las pérdidas por el alto contenido de azúcar, es probable que nos deshidrate aun más. Dependiendo de la cantidad de cafeína podría provocar algunos otros síntomas como aceleración, taquicardia, ansiedad y temblor en manos y piernas.
Además, las bebidas gaseosas contienen Benzoato de sodio, que disminuye la absorción de potasio en el cuerpo lo que también puede provocar un desequilibrio en los líquidos corporales, asimismo, los refrescos tienen ácido fosfórico lo que podría generar descalcificación y cálculos renales.
Debido a la alta concentración de minerales y azúcares en los refrescos, estos se consideran bebidas hipertónicas. Las bebidas hipertónicas hacen que nuestras células pierdan líquidos y provoquen deshidratación en el organismo.
Como verás, las bebidas gaseosas no son bebidas que ayuden a hidratarnos, sin embargo, si eres una persona sana y activa consumirlas de manera ocasional no será un problema, siempre y cuando elijas una hidratación diaria adecuada con los iones y líquidos que tu cuerpo necesita.