La hidratación en cualquier deporte, es un punto clave para un buen desempeño y en el fútbol es importante para garantizar el rendimiento del deportista y prevenir lesiones.
La Real Federación Española de Fútbol establece en su circular número 12 de agosto de 2018, que en todos los partidos que se jueguen en los meses de mayo, junio, julio y agosto, cualquiera de los clubes puede solicitar al árbitro una pausa para enfriamiento cuando la temperatura en ese momento sea superior a los 30°.
Las pausas de enfriamiento tendrán una duración máxima de 3 minutos y serán implementadas por el árbitro en los minutos 30 y 75 del Juego, con el objetivo de que los jugadores tengan un momento para hidratarse.
En el fútbol, la oportunidad de consumir líquidos es rara, por lo que se debe plantear una estrategia de hidratación efectiva.
Este deporte está caracterizado por sprints de alta intensidad y corta duración en un contexto de resistencia, además, requiere de ciertas habilidades a lo largo del partido.
Un dato importante para poder estimar el esfuerzo del futbolista, es que la distancia total recorrida en un partido de fútbol se calcula entre los 8 y 13 km. Esta distancia varía según la posición del jugador, su condición física, nivel de juego, tácticas empleadas y condiciones climáticas.
El gasto energético estimado es de 16kcal/min, la cual está directamente relacionada con el calor que los músculos activos generan durante la actividad.
Durante el ejercicio, el cuerpo tratará de mantener una temperatura corporal estable a través del sudor, lo que puede propiciar deshidratación, es por ello, que es de vital importancia recuperar los electrolitos y líquidos que se pierden.
Como mencionamos en un principio, durante un partido de futbol, las oportunidades de hidratación son limitadas y por ello, se ha tomado la decisión de modificar la regulación e incorporar dos pausas de enfriamiento. El futbolista deberá aprovechar estas oportunidades al máximo para prevenir una deshidratación importante.
Las pausas de enfriamiento son esenciales, así como también lo es la hidratación pre y post entreno.
Se recomienda que 4 horas previas al partido, se considere un aporte de líquidos de entre 5-7 ml por Kg de peso corporal, lo que en un hombre de 70 kg será entre 350 a 500ml. Uno de los indicadores que se pueden considerar será la concentración de la orina (color oscuro), si la orina es muy concentrada entonces se sugiere complementar la hidratación con 3-5 ml por kg de peso en las 2 horas previas al partido.
Durante el partido o entrenamiento, la hidratación depende de la tasa de sudoración de cada individuo, la duración de la actividad y las oportunidades de hidratación que se presentan. Los jugadores deberán estimar la cantidad de líquidos perdidos durante sus entrenamientos, para crear estrategias de hidratación adecuadas a sus características particulares.
Después del entrenamiento o partido es importante garantizar la reposición de líquidos perdidos durante el mismo, de manera que la indicación será consumir el 150% de las pérdidas de líquidos en el partido o entrenamiento.
Ahora, ya conoces la importancia de la hidratación en los jugadores de futbol y cómo las reglas del juego se han adaptado a priorizar la salud de los deportistas, abriendo más oportunidades de hidratación durante la práctica de este deporte.