El agua es un elemento esencial en nuestro cuerpo, alrededor de 2/3 partes corresponden a líquidos corporales; Cuando nacemos, estamos compuestos por alrededor de 80% de líquidos y para la etapa adulta alcanzaremos un 60%.
La infancia es una etapa fundamental para el desarrollo intelectual y físico del niño, la carencia de algún nutriente puede ser un impedimento para el desarrollo y la hidratación juega un papel importante ya que de ello depende la absorción de las vitaminas y minerales.
Los niños son la población más vulnerable a deshidratarse ya que además de sus necesidades fisiológicas, suelen llevar a cabo actividad y ejercicio físico de manera continua, lo que genera una mayor pérdida de líquidos corporales.
Es importante que mantengamos nuestro cuerpo hidratado, aportando la cantidad de agua y electrolitos que el organismo necesita y, sobre todo que enseñemos a los niños a identificar los mecanismos de detección de la sed. Hay que beber antes de tener sed.
Los niños activos suelen perder muchos líquidos a través del sudor debido a las actividades que desarrollan, en ocasiones en condiciones de mucho calor como lo sería, jugar en el parque, practicar algún deporte al aire libre, andar en bicicleta, etc., pero a menudo están tan entretenidos que olvidan ingerir líquidos por lo que sus cuidadores deben recordarles que se hidraten.
Es recomendable:
- Ofrecer alguna bebida de hidratación a los niños antes de realizar cualquier actividad física, que sea lo más natural posible, que aporte agua y electrolitos al organismo evitando que tenga altas cantidades de azúcares o contenga colorantes y conservadores para garantizar que lo que consumen sea saludable y cumpla la función de hidratar.
- Dar las bebidas frescas es indispensable para que los niños puedan consumir suficientes líquidos (si la bebida está muy fría será difícil que pueda tomar suficiente y si está caliente puede que no sea de su agrado)
- Incluir alimentos ricos en agua como frutas y verduras pueden prevenir la deshidratación.
- En caso de consumir agua en exceso, tener en cuenta la dilución de sodio en sangre (hiponatremia) en cuyo caso, los niños muy activos necesitarían consumir una bebida de hidratación isotónica.
Por otra parte, existen evidencias de que mantener una correcta hidratación en los niños cuando asisten al colegio, podría mejorar su concentración, memoria a corto plazo, rendimiento y otros elementos esenciales para el aprendizaje.
Los líquidos ayudan a activar el cerebro mediante:
- La eficiencia de los impulsos eléctricos y química entre el cerebro y sistema nervioso
- Almacenar y recuperar la información
- Mejorar la concentración.
Para conocer el estado de hidratación de un niño, el mejor indicador es el color de la orina ya que como comentamos anteriormente, los niños no tienen desarrollados los mecanismos de detección de la sed; Si el color de la orina es claro quiere decir que está bien hidratado, sin embargo, si su orina se torna más oscura y concentrada hace falta hidratarse.
Si se presenta fiebre, escurrimiento nasal, vómitos o diarrea es importante prestar especial atención al tema de la hidratación ya que es muy fácil que la pérdida de líquidos genere una deshidratación grave.
A continuación, te comentamos cuales son los indicadores de deshidratación severa en niños
- Ausencia de lagrimas
- Boca y lengua reseca
- Ojos hundidos
- Piel grisácea
- Disminución de la producción de orina
- Cansancio o irritabilidad
- Fatiga o mareos
Es importante prevenir que los niños lleguen a una deshidratación severa por lo que se recomienda seguir cada una de las recomendaciones en este artículo para mantener una correcta hidratación diariamente.
Una respuesta en “La importancia de la hidratación en los niños”
Que tal, me podrían enviar evidencias científicas para el consumo del producto por niños